EL ARTE NEOCLÁSICO Y FRANCISCO DE GOYA
Introducción
En el siglo XVIII y sobre todo en Francia, el arte aristocrático fue asociado con el Rococó, por eso, a medida que transcurre el siglo, y cuando la clase media se dispone a arrebatar el poder a la nobleza y al rey, no duda tampoco en acabar con un arte que simbolizaba el poder y el lujo de las clases privilegiadas.
Por eso, ya desde mediados de siglo, Diderot atacaba este estilo y recomendaba la serenidad del arte antiguo. Pero además de la coyuntura social, otras circunstancias van a permitir este redescubrimiento de la Antigüedad Clásica por segunda vez:
- En 1719 se descubría Herculano y en 1748 la ciudad perdida de Pompeya, sepultada por las cenizas del Vesubio. Estos descubrimientos van asociados a una fiebre investigadora y arqueológica que produce una abundante bibliografía.
- Por otra parte las Academias creadas a lo largo de este siglo subrayan el valor normativo de lo clásico y realizan campañas antibarrocas y en contra del Rococó en pos del “buen gusto”.
- Además el Rococó se había agotado. Era un estilo que apenas había tenido transcendencia en los exteriores de los edificios, cuyos trazados se repetían una y otra vez. Se produjo una crisis estética que llevaba a dos soluciones: o crear un nuevo estilo o volver a lo seguro, al pasado, a la Antigüedad Clásica y acabar así con toda una fase de embriaguez decorativa.